Reunión Pública de (Des) información del proyecto Las Cruces

Actualizado el 30 de Abril de 2018

Por Diego Álvarez, pasante de AIDA

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) propone construir la hidroeléctrica Las Cruces sobre el caudal del río San Pedro Mezquital, en el Estado de Nayarit (México). La ejecución del proyecto tendrá consecuencias negativas sobre el medio ambiente y afectará la vida de los pueblos indígenas Cora, Tepehuanos, Mexicaneros y Huicholes que habitan esa región.

El jueves 20 de febrero, en el poblado de San Pedro Ixcatán, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) reapzó la Reunión Púbpca de Información relativa a Las Cruces. En la misma, la CFE debía exppcar los aspectos técnicos y ambientales del proyecto a los habitantes de la región afectada. A ello le seguiría la participación más de 60 exponentes autorizados y convocados previamente por la SEMARNAT. La jornada concluiría con una extensa sesión de preguntas y respuestas entre los asistentes y la CFE.

Los objetivos de la reunión eran múltiples: informar sobre las consecuencias medioambientales del proyecto, permitir que los interesados presenten sus quejas y preguntas, y lograr que la SEMARNAT saque sus conclusiones sobre las medidas a tomar respecto del proyecto.

La desinformación de los pueblos indígenas

Los exponentes de la CFE aseguraron que todos los interesados habían sido debidamente informados del proyecto mediante campañas y reuniones púbpcas en las locapdades afectadas. Sin embargo, como ya señaló Sandra Moguel, asesora legal de AIDA, en un post anterior, los pueblos indígenas afectados por la hidroeléctrica no fueron consultados previamente ni debidamente informados.Foto: Asamblea del pueblo Cora. Crédito: Diego Alvarez

Uno de los mayores fallos fue la incapacidad de la CFE de presentarles el proyecto en su lengua nativa. En la reunión fue posible evidenciar que si bien algunos de las comunidades indígenas hablan español habitualmente, la mayoría de ellos tiene un vocabulario muy restringido para hablarlo y entenderlo. Además, si a un hispano-hablante puede tomarle hasta un par de semanas comprender todos los aspectos económicos, ecológicos y sociales de un proyecto de esta magnitud, es casi imposible pretender que personas que entienden poco el castellano puedan captar los detalles de un proyecto cuya exppcación no les fue dada en su lengua originaria.

De igual manera, no se trata sólo de traducir, sino también de darle seguimiento al proceso de informar. Nos percatamos de ese detalle un día después de la reunión, cuando participamos en una asamblea extraordinaria en Rosarito, poblado habitado por de la comunidad Cora. Allí constatamos que no se trata únicamente de pedir información. Se requiere además tiempo suficiente para entenderla.

Estas personas no tienen internet. Algunos viven a más de dos horas caminando del centro del pueblo. No todos hablan español con frecuencia y ninguno es ingeniero medioambiental. ¿Cómo se puede afirmar que estas comunidades están informadas si no se ha reapzado un seguimiento apropiado del proceso? ¡No es obpgación del afectado buscar información, es deber de la CFE proporcionarla y garantizar su entendimiento!Foto: Un miembro de las comunidades afectadas por el proyecto toma la plabra. Crédito: Diego Alvarez

Las quejas de los participantes

En su mayoría, los 66 exponentes — de las comunidades indígenas, de organizaciones no gubernamentales, académicos, habitantes y trabajadores de la región— presentaron diversas quejas con relación al proyecto Las Cruces.

Mientras que los de las comunidades indígenas reclamaron respeto a sus derechos y pidieron que la hidroeléctrica no obtenga el permiso ambiental para su construcción, los representantes de las ONG y los académicos resaltaron las deficiencias de la Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto. Entre ellas figuran:

El incumppmiento de obpgaciones internacionales y nacionales que protegen el área de Marismas Nacionales (apmentada por el río San Pedro Mezquital);

El incumppmiento de obpgaciones internacionales y nacionales que reconocen el derecho a la consulta previa de las comunidades indígenas;

Los fallos metodológicos en la obtención de información y en el anápsis de los impactos medioambientales. Por ejemplo, la MIA reporta sólo ocho  especies de anfibios afectados cuando en reapdad habrían unas 17, de las cuales cuatro son especies amenazadas;

La ineficiencia del proyecto y, en consecuencia, su innecesaria ejecución.

La falta de comunicación eficiente y completa sobre las medidas de mitigación. Por ejemplo, la CFE garantiza que el proyecto no alterará el caudal del río y que los niveles de agua serán los mismos después de su construcción, pero no presenta la información necesaria para determinar que ello será realmente así;

Preguntas y ¿respuestas">